4 oct 2011

¡ACELERA TU METABOLISMO!

Una de las principales causas del exceso de grasa en nuestro cuerpo es nuestro propio metabolismo, pues este es el motor que se encarga de quemar las calorías de los alimentos que comemos. Existen personas afortunadas con un metabolismo acelerado que pueden comer y comer y no engordar, otras con un metabolismo lento, las cuales, incluso comen no tanto y suben de peso fácilmente.

Para bajar de peso es básico poder despertar este metabolismo, lograr acelerarlo de una forma natural, para que te ayude a conseguir tus metas, y hay maneras para hacerlo; sin embargo, antes es importante entender algunos conceptos que seguramente has escuchado pero a lo mejor aún no los tienes muy claros.

Se conoce como metabolismo al conjunto de procesos  físicos y químicos que ocurren en nuestro cuerpo para mantenerlo vivo y estable. Algunos de los procesos se encargan de usar energía y otros de liberarla.  La energía de la que hablamos se obtiene de lo que comemos y su unidad de medición son las calorías.

La velocidad de nuestro metabolismo se ve afectada por muchos factores que no está en nuestras manos modificar, como: temperatura corporal, edad, sexo, actividad hormonal, herencia, procesos celulares, etc. Ahora, no te asustes, existen métodos que pueden ayudar a modificar la velocidad de tu metabolismo, con esto lograrás que se convierta en una maquinita para quemar grasa, incluso cuando estés en reposo.


Existen tres áreas básicas en las que te debes enfocar para comenzar a acelerar tu metabolismo:

Tu metabolismo basal, el cual se refiere a la energía que tu cuerpo necesita consumir para desarrollar las actividades básicas de los procesos vitales como: respirar, cerrar y abrir los ojos, que la sangre circule, etc., es decir, las actividades para vivir. En proporción, el 70% de la energía que tu cuerpo consume diario va destinada directamente al metabolismo basal; mucha de esta energía se ocupa para cubrir los requerimientos de la masa muscular, por lo que el trabajo de pesas, que ayude a tonificar tus músculos, ayudará directamente a que tu metabolismo en reposo se acelere y quemes grasa en todo momento, incluso dormida.

Tu digestión y alimentación, tu cuerpo ocupa energía para comer y para procesar los alimentos que consumes; si bien no representa un gasto excesivo de energía, podemos tomar ventaja de esta acción consumiendo productos que tengan un efecto térmico y así acelerar el metabolismo. Otro punto importante es recordar que es necesario que realices 5 comidas al día, recuerda que el no comer te engorda. El cuerpo está constantemente consumiendo energía y es muy listo, si nota que no le estás dando comida, entra en un estado de alarma y alentará tu metabolismo automáticamente, con lo que podrás decir adiós a la quema de grasa.

Tu rutina de ejercicio diaria, ayudará a que destines cierta cantidad de energía para realizar dicha rutina; es un punto muy importante pues te hará quemar grasa y no solamente esto, también al volver al tejido muscular más demandante, ayudará a que tu metabolismo se acelere. Ahora, tienes que tener claro que no necesariamente la cantidad de ejercicio será la que te ayude, sino la calidad de éste. Debes enfocarte a realizar ejercicios para acelerar el metabolismo, como trabajo de musculación (pesas, máquinas, usando tu propio peso, TRX, etc.), de 20 a 30 minutos, enfocándose en una correcta ejecución y técnica, combinado con ejercicio cardiovascular (elíptica, spinning y caminadora), con un nivel de moderado a intenso, mínimo 40 minutos, repitiendo ambas rutinas de 3 a 4 veces por semana.

Si comienzas a trabajar en la combinación de estos tres consejos, seguramente comenzarás a despertar a tu metabolismo; posteriormente veremos más tips que te pueden ayudar.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!

3 oct 2011

¡NO CARGUES CON TODO!

Aunque es bueno estar preparada, tampoco es necesario exagerar. Cuando vayas a la escuela, sólo carga lo necesario y lo que verdaderamente vayas a utilizar porque cargar una mochila pesada te puede ocasionar problemas en tu postura y hasta futuras heridas en tu columna vertebral, todo provocado por los efectos de la fatiga cuando tienes objetos pesados en la espalda.
Lo que pasa con tu espalda es que, en lugar de ajustar tu zancada, la inclinas poco a poco para poder compensar el peso de lo que estás cargando con tu cuerpo; el resultado es una postura inclinada hacia delante, desde la cabeza hasta tu coxis. Lo más recomendable es que cargues el diez por ciento de tu peso corporal en tu mochila; por ejemplo, si pesas 50 kilos, lo máximo que puedes cargar es una mochila de cinco kilos y con los dos hombros, ¡nunca lo hagas sólo en uno! Para saber si te estás excediendo, lo más probable es que sufras dolor en el cuello, hombros y espalda.
Este problema no sólo se limita a las mochilas, ¡también puede pasar con las bolsas! Éstas normalmente se cargan en un sólo hombro, por lo que el efecto secundario más común es caminar con un hombro más elevado que otro, aún cuando no traes tu bolsa. El dolor de cuello también se hace presente en estos casos.
Para aliviar el dolor, puedes acudir con un quiropráctico y que masajee las zonas más afectadas, también aplica una sesión de estiramiento leve o un baño con agua caliente y sales. Limpia tu mochila o bolsa una vez a la semana para sacar objetos innecesarios y usa todos los compartimientos de ésta para que el peso quede bien distribuido. El asa de tu mochila o bolsa debe quedar lo más cercano a tu cuello para que el peso caiga en el centro de tu cuerpo.
Recuerda cuidar tu cuerpo ahora para evitarte problemas después.