Aunque es bueno estar preparada, tampoco es necesario exagerar. Cuando vayas a la escuela, sólo carga lo necesario y lo que verdaderamente vayas a utilizar porque cargar una mochila pesada te puede ocasionar problemas en tu postura y hasta futuras heridas en tu columna vertebral, todo provocado por los efectos de la fatiga cuando tienes objetos pesados en la espalda.
Lo que pasa con tu espalda es que, en lugar de ajustar tu zancada, la inclinas poco a poco para poder compensar el peso de lo que estás cargando con tu cuerpo; el resultado es una postura inclinada hacia delante, desde la cabeza hasta tu coxis. Lo más recomendable es que cargues el diez por ciento de tu peso corporal en tu mochila; por ejemplo, si pesas 50 kilos, lo máximo que puedes cargar es una mochila de cinco kilos y con los dos hombros, ¡nunca lo hagas sólo en uno! Para saber si te estás excediendo, lo más probable es que sufras dolor en el cuello, hombros y espalda.
Este problema no sólo se limita a las mochilas, ¡también puede pasar con las bolsas! Éstas normalmente se cargan en un sólo hombro, por lo que el efecto secundario más común es caminar con un hombro más elevado que otro, aún cuando no traes tu bolsa. El dolor de cuello también se hace presente en estos casos.
Para aliviar el dolor, puedes acudir con un quiropráctico y que masajee las zonas más afectadas, también aplica una sesión de estiramiento leve o un baño con agua caliente y sales. Limpia tu mochila o bolsa una vez a la semana para sacar objetos innecesarios y usa todos los compartimientos de ésta para que el peso quede bien distribuido. El asa de tu mochila o bolsa debe quedar lo más cercano a tu cuello para que el peso caiga en el centro de tu cuerpo.
Recuerda cuidar tu cuerpo ahora para evitarte problemas después.
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