Tener bajo control la flacidez de tu vientre no es difícil, solo es cuestión de saber identificar el por que tenemos tripita y llevar a cabo unos cuantos trucos para que en el menor tiempo posible vuelva a estar en su estado original. Tener grasa acumulada en esta zona no es cuestión de estar más o menos gordita ya que también se dan bastantes casos en personas delgadas.
La maternidad, los cambios hormonales, la falta de ejercicio y no seguir una dieta adecuada puede ser algunas de las causas de esa hinchazón, pero en otras ocasiones se hincha por otros motivos como la retención de líquidos o el estrés.
- Mañanas. Nada más levantarse necesitas un aporte hídrico, por ello toma un vaso de agua con zumo de limón ya que este cítrico alcaliniza la orina y aumenta su producción.
- Noches. Si te notas hinchada cuando acaba la jornada diaria quizás tengas gases acumulados debido a los líquidos y comidas que hayas ingerido y a las malas digestiones. Una infusión de anís (planta de acción muy depurativa) te ayudará a controlarlos.
- Masajes. Una buena “friega” en la tripa con centella asiática (dos cucharadas por vaso de agua) te ayudará a reafirmar tu vientre de una manera espectacular. Además casi todas las cremas que contengan centella tienen efectos quemagrasas.
El ejercicio también es un pilar fundamental a la hora de tener un vientre liso, por eso no dejes nunca de lado esta parte tan importante.
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