El peeling consiste en la eliminación de diferentes capas superficiales de la piel para favorecer su regeneración, acabando con las células muertas que restan luminosidad a nuestro rostro. En función de la profundidad del peeling se eliminarán más o menos capas y según las sustancias y técnicas que se utilicen, conseguiremos un resultado u otro: antiacné, antiarrugas, antimanchas, etc.
Tipos de peeling
Podemos clasificar los peeling según su profundidad - en superficial, medio y profundo-, pero también podemos diferenciarlos en función del tipo de técnica que se utilice en mecánico, químico y físicos. Te contamos en qué consiste cada uno para que puedas decidir cuál es el que mejor te va.
Peeling mecánico: se realiza mediante cepillos, rodillos o lijas con micropartículas como cristales o piedra. La dermoabrasión es una de las técnicas de peeling mecánico más comunes y se lleva a cabo mediante un rodillo con diamantes u otras piedras incrustadas. Es un tratamiento ideal paraeliminar cicatrices y arrugas en el rostro.
Peeling químico: se lleva a cabo aplicando productos químicos abrasivos como ácidos retinoico, tricloroacético o fenol. Es más intenso que el mecánico y perfecto para eliminar manchas en la piel.
Peeling físico: mediante diferentes productos se eliminan las células muertas de la piel para aportar luminosidad al rostro.
Beneficios del peeling
Además de eliminar marcas, arrugas y manchas, los peeling tienen muchos otros beneficios para la salud y apariencia de nuestra piel:
- Estimula la creación de colágeno, consiguiendo una piel más elástica.
- Activa la circulación de la piel y aumenta la humectación.
- Mejora la absorción de otros productos de belleza
- Estimula la creación de colágeno, consiguiendo una piel más elástica.
- Activa la circulación de la piel y aumenta la humectación.
- Mejora la absorción de otros productos de belleza
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