13 oct 2011

MADRUGAR PARA SER MAS FELIZ

La hora a la que nos levantamos influye tanto en nuestra salud como en el peso y el estado de ánimo. Si tu alarma suena antes de las 7 horas -en días laborables- tienes todas las papeletas para llevar una vida plena y feliz.
¿Se te pegan las sábanas o eres de los que se levanta al alba? ¿Cuándo sales de casa aún no han puesto las calles? Pues estás de suerte porque, según un informe de la universidad Roehampton en Gran Bretaña publicado por el diario británico 'The Telegraph', los madrugadores suelen ser más delgados, felices y saludables.

Supera la pereza y aprovecha mejor las mañanas.
Puede que siempre hayas pensando lo contrario y que te sientas un desgraciado cada vez que el despertador te arranca de los brazos de Morfeo. Pero levantarse temprano por la mañana hará que rindas más en el trabajo, tiendas menos al sobrepeso y tengas menos posibilidades de sufrir depresión."Las personas que se levantan temprano tienen tendencia a gozar de mejor salud y ser más felices, y su índice de masa corporal es más débil", dice el Dr. Joerg Huber, uno de los autores del estudio.
Sin embargo, un análisis de la Sociedad Británica de Psicología y publicado en el 'Daily Mail', indica que hay personas con tendencia a rendir más por la noche (búhos) y otras por la mañana (gallinas). Y el trabajo realizado por la London School of Economics relaciona el tiempo de sueño con la inteligencia: las personas con coeficiente de inteligencia más elevado tienden a ser más activas por la noche y a acostarse tarde, y viceversa.

Más tiempo para todo
Según los investigadores, una de las razones de esta mayor felicidad sería que levantarse temprano (concretamente alrededor de las 6) le deja a la persona más tiempo para hacer las tareas de la casa y llevar a los niños a la escuela. De modo que llegan al trabajo más satisfechos y con la sensación del deber cumplido.
"Tal vez el modo de vida de los madrugadores está más adaptado a nuestro mundo que el de los trasnochadores", explica Huber. Por 'trasnochadores' se refiere a las personas que se levantan en torno a las 8:45.
El margen de tiempo para organizarse es menor en estos casos, y ocurre que tras la jornada laboral estás personas tienen que dedicarse a tareas poco gratas como poner lavadoras, planchar, hacer la compra y preparar la comida o la cena. Lo cual nos deja un poso de amargura porque no podemos disfrutar del tiempo libre y estamos todo el día trabajando fuera de casa o bien dentro.

Madrugamos, aunque no por gusto
Para realizar este estudio los investigadores han interrogado al menos 1.100 hombres y mujeres sobre su salud, alimentación, hábitos nocturnos, etc. Además, también respondieron a preguntas acerca de su bienestar y sus angustias.
Un 13 % de ellos resultaron ser madrugadores, se levantan antes de las 7 y aunque se relajan algo el fin de semana, tampoco descansan demasiado. Un 6 % — a los que se denomina 'buhos'- no salen de la cama antes de las 9 de la mañana y se conceden una pequeña siesta los fines de semana. Y el 81% restante se encuentra entre estos dos extremos.
"Levantarse tarde conlleva algunos efectos adversos. Son pequeños y, en ciertas ocupaciones o situaciones, los que acostumbran a madrugar muestran una clara ventaja. Aunque el hecho de que seas una persona que se levanta por las tardes no significa que vayas a ser más miserable, pero existe cierta diferencia", concluye Huber.
¿Qué opinas del estudio? A todos nos cuesta madrugar, pero también nos quejamos de que 24 horas no son suficientes entre el trabajo, el estudio, pasar tiempo con nuestros seres queridos, hacer ejercicio o desarrollar nuestros hobbies.

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